Ser sacerdote es una misión, un horizonte infinito, un camino abierto; es dejar que Dios toque el corazón estar con Él en el monte y en el desierto. Ser sacerdote es ser discípulo del Señor compartir con Él su destino y su dolor. Orar con los hermanos, la Palabra de Jesús, que para los cristianos es fuerza y es luz. Es aprender cada día, en la vida que con Jesús se hace Eucaristía, transforma el dolor y sufrimiento es esperanza y alegría. Ser sacerdote es celebrar cada día el don de la vida la grande liturgia, que de la historia no hace dicotomía. pues es celebrar la Pascua de Jesús en la Eucaristía. En este día queremos saludar a todos los sacerdotes, hombres de Dios, ministros del Altar, que no olviden lo que mando Jesús: “Vayan por el mundo a anunciar”. Que canten los ángeles, los santos junto con María que con ustedes comparten la alegría, de hacer presente lo que hizo Jesús en la Eucaristía el santo memorial la Pascua de cada día. Bendiciones y oraciones de todas las comunidades que en este Año Sacerdotal le dicen y gracias especial por su sí a favor de la misión que para la Iglesia es una bendición. Oramos nuestro sacerdocio bautismal para que cada uno viva su vocación especial, de participar del sacerdocio de Jesús Él el único sacerdote que a todos nos da fuerza, alegría, esperanza y luz. Amén.

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ORACION POR LAS VOCACIONES
Dios, Padre y Pastor
de todos los hombres,
Tú quieres que no falten hoy día,
hombres y mujeres de fe,
que consagren sus vidas
al servicio del evangelio
y al cuidado de la Iglesia.
Haz que tu Espíritu Santo
ilumine los corazones,
y fortalezca las voluntades de tus fieles,
para que, acogiendo tu llamado,
lleguen a ser los Sacerdotes y Diáconos,
Religiosos, Religiosas y Consagrados
que tu Pueblo necesita.
La cosecha es abundante, y los operarios pocos.
Envía, Señor, operarios a tu mies.
Amén |
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Oración por los sacerdotes
Autor: Padre Santiago Alberione
Jesús, Sacerdote eterno,
guarda a estos ciervos tuyos,
en el recinto Santo de tu Corazón,
donde nadie pueda hacerles daño alguno;
Guarda inmaculadas sus manos consagradas
que a diario tocan tu Sagrado Cuerpo;
guarda sin mancha esos corazones sellados
con el sublime carácter del Sacerdocio;
Haz que tu Santo amor los envuelva
y separe del contacto del mundo.
Bendice sus trabajos, con frutos abundantes,
y sean las almas por ellos dirigidas y administradas,
su consuelo y gozo aquí en la tierra
y después su hermosa corona en el cielo.
Amén |
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Oración por los jovenes.
Autor: Lorenzo González Kipper
¡Padre Santo! te pedimos por los jóvenes,
que son la esperanza del mundo.
no te pedimos que los saques de la corrupción
sino que los preserves de ella.
¡Padre! No permitas que se dejen llevar
por ideologías mezquinas.
que descubran que lo más importante
no es ser más, tener más, poder más,
sino servir más a los demás.
¡ Padre! Enséñales la verdad que libera,
que rompe las cadenas de la injusticia,
que hace hombres y forja santos.
Por en cada uno de ellos, un corazón universal
que hable el mismo idioma,
que no vea el color de la piel,
sino el amor que hay dentro de cada uno.
Un corazón que a cada hombre le llame hermano,
Y que crea en la ciudad que no conoce las fronteras,
Porque su nombre es universo, amistad, amor, Dios.
¡ Padre Santo! Cuida a nuestros jóvenes.
Amen |
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ORACIÓN POR LA PATRIA
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación,
una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad
y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad
de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres
y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén. |
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Oracion por la familia
Haz, Señor, que en nuestra casa, cuando se hable, siempre nos miremos a los ojos y busquemos crecer juntos; que nadie esté sólo, ni en la indiferencia o el aburrimiento; que los problemas de los otros no sean desconocidos o ignorados, que pueda entrar quien tiene necesidad y sea bienvenido.
Señor, que en nuestra casa sea importante el trabajo, pero no más importante que la alegría; que la comida sea el momento de alegría y de conversación; que el descanso sea paz del corazón y del cuerpo; que la riqueza mayor sea estar juntos.
Señor, que en nuestra casa el más débil sea el centro de la atención; que el más pequeño y el más viejo sean los más queridos; que el mañana no nos dé miedo, porque Dios siempre está cerca; que cada gesto esté lleno de significado; que te demos gracias por todo lo que la vida nos ofrece y tu amor nos da.
Señor, que nuestra casa sea el lugar de acogida como la casa de Marta, María y Lázaro en Betania.
Amén. |
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